Cardo mariano

El cardo mariano es una planta medicinal para el hígado, empleada por su efecto hepatoprotector gracias a su contenido en silimarina, un conjunto de componentes que ha demostrado que ayuda a eliminar las toxinas acumuladas en el hígado, como las originadas por los excesos de comida y alcohol.

Las sociedades científicas especializadas en fitoterapia (ESCOP, Comission E) y la OMS recomiendan su uso para prevenir y tratar el daño hepático provocado por tóxicos como el alcohol, algunos medicamentos o diferentes toxinas. También lo recomiendan como coadyuvante en pacientes con hepatitis aguda o crónica y en general como planta medicinal para el alivio de las dispepsias (malestar abdominal) y los trastornos digestivos funcionales de origen biliar. Además, puede emplearse en trastornos dispépsicos y los preparados que contengan un mínimo del 70% de silimarina, en daños hepáticos de origen tóxico, como coadyuvante en el tratamiento de inflamaciones hepáticas crónicas y cirrosis hepática inducida por alcohol, drogas o toxinas.

Se puede encontrar en las farmacias en forma de preparados farmacéuticos con presentaciones en forma de fluidos, cápsulas o bebidas, que reúnen las garantías necesarias de seguridad y calidad, para su eficacia terapéutica.

La parte del cardo mariano que se utiliza con fines medicinales son las semillas, donde se encuentra la silimarina, que contiene componentes polifenólicos como la silibinina, con un efecto hepatoprotector importante. Se trata de una planta herbácea de tallo simple que puede medir hasta 3,5 metros de altura. Tiene su origen en los países mediterráneos y Asia. Además, también es cultivado en países de Europa Central.

El cardo mariano es una de las plantas sobre las que existen más estudios científicos sobre su eficacia hepatoprotectora. Esta planta se utiliza como planta medicinal para el hígado por su capacidad para protegerlo de toxinas ambientales y químicas, efecto hepatoprotector que se atribuye a distintos componentes polifenólicos incluidos en la silimarina, sobre todo a la silibinina. Ambas tienen actividad antioxidante, antiinflamatoria, antifibrótica y hepatoprotectora, siendo eficaz para prevenir el daño hepático provocado tanto por el alcohol como por otras sustancias.

Activa la producción y actividad de la bilis y mejora la función del hígado y la vesícula biliar. Su uso tradicional como alivio natural de las dispepsias y los trastornos digestivos de origen biliar está avalado por las sociedades científicas especializadas en fitoterapia: ESCOP y Comission E.

El cardo mariano puede adquirirse en la farmacia en forma de preparado con garantías de eficacia, seguridad y calidad pues poseen una cantidad estandarizada de principios activos. Por otro lado, se recibirá el consejo del farmacéutico sobre el mejor uso para cada caso.

Se puede ingerir de manera preventiva y con antelación, en forma de preparado farmacéutico, para evitar la aparición de trastornos digestivos y las consecuencias de un excesivo consumo de alcohol.

Para que su uso sea eficaz y seguro debe tener una cantidad estandarizada de principios activos, que garantiza su formulación en cápsulas u otras formas farmacéuticas. Además, el farmacéutico es el profesional sanitario mejor formado en plantas medicinales y por tanto el más adecuado para aconsejar cual es la mejor en cada caso.

Su administración no está recomendada durante el embarazo y la lactancia por lo que se debe consultar con el médico o farmacéutico. Además, no se permite su empleo en niños y adolescentes menores de 18 años.

Medicamento tradicional a base de plantas utilizado en caso de digestiones pesadas o dispepsias debidas a alteraciones hepáticas, basado en el uso tradicional.

El cardo mariano es utilizado como hepatoprotector gracias a su contenido en silimarina, que actúa en el hígado aumentando las defensas antioxidantes y ejerciendo un efecto antiiflamatorio.