Garcinia cambogia

Las propiedades de la garcinia y sus componentes ayudan en el control del apetito y a reducir la acumulación de grasa corporal y favorecen la regulación de peso. Esto permite que se pueda utilizar como complemento en programas para adelgazar, acompañada de dieta equilibrada y práctica de ejercicio físico.

Entre los componentes de la garcinia cambogia destacan el ácido hidroxicítrico (AHC), además de derivados flavónicos. Los resultados obtenidos en diferentes estudios farmacológicos han demostrado que el AHC contribuye a reducir la lipogénesis, que es el proceso por el cual el exceso de glucosa se convierte en grasas y colesterol. Además, en estudios in vitro se ha observado que puede contribuir a una disminución del colesterol plasmático.

También podría tener un efecto sobre el aumento en la sensación de energía, derivado del incremento en la producción de glucógeno, a consecuencia de la administración de AHC o de los preparados de garcinia que lo contienen. Por otro lado, muchos pacientes tratados con extracto seco de esta planta medicinal afirman ver disminuido su apetito.

El extracto de la garcinia se debe tomar en forma de preparados farmacéuticos estandarizados. Lo aconsejable es tomarlo antes de las comidas y es importante no utilizarlos como sustitutos de una dieta equilibrada. Estos productos naturales no deben administrarse en embarazadas, mujeres lactantes y niños. En algunos casos se puede recomendar su empleo junto con preparados farmacéuticos de plantas como el té verde o camilina.

La garcinia cambogia se puede comprar en la farmacia en forma de preparados estandarizados para asegurar unas mínimas garantías de eficacia y calidad de los principios activos que la componen.

Los preparados fitoterápicos de garcinia sirven para los tratamientos de sobrepeso cuando los pacientes no son sometidos a una dieta drástica, con bajas ingestas de hidratos de carbono. Puede ayudar como supresor del apetito y a controlar el deseo de tomar dulces, lo que contribuye al mantenimiento de niveles normales de azúcar y grasas en sangre. Su empleo también se recomienda para evitar ganancias ponderales, tras concluir un tratamiento de pérdida de peso.